Este proyecto empezó hace casi dos años. Había escrito estas canciones para la iglesia donde asistía y decidí empezar a grabarlas. No tenía los recursos financieros, ni contactos, ni mucho menos la idea de cómo Dios iba a sorprenderme a través de este proceso.
Poco a poco vi como Dios fue sumando gente, abriendo puertas, proveyendo los recursos necesarios para completar este proyecto. Cada etapa fue definitivamente un paso de fe. Cada decisión que tomaba representaba una carga financiera un poco grande pero decidí confiar en que Él iba a proveerme todo lo necesario para hacerlo.
Si me preguntan el día de hoy, no sé de qué manera Dios me dio la oportunidad de trabajar con músicos increíblemente talentosos y que ahora somos muy buenos amigos a raíz de este proyecto. No únicamente buenos músicos, si no gente identificada con el mensaje del Reino de Dios, y no únicamente un trabajo musical.
Mi deseo es recordarte que Dios es quien abre puertas, Dios es quien provee nuestras necesidades y no nosotros. Nuestras